¡Reglas fáciles para lograr la combinación perfecta de comida y vino!
Así que la gran noche se acerca rápidamente, has planeado todos los aspectos de tu cena. Te despertarás temprano el sábado por la mañana para cocinar, o mejor aún, has reservado ya tu Chef privado con MiumMium. Ahora solo queda una cosa por decidir, ¿qué beberás?
¿Cuántas botellas de vino debo comprar?
Antes de decidir qué comprar, la primera pregunta que me viene a la mente es: ¿Cuántas botellas debería comprar? Winepair.com recomienda comprar una botella por persona + una extra de tu favorita. La cantidad variará dependiendo del tamaño de tu grupo y si tienes la intención de servir un cóctel o no. Crearon una calculadora de vino divertida en línea para ayudarte con las cantidades. Ten en cuenta que sería aconsejable planear alojamiento para tus invitados o el viaje de regreso.
¿Cuántos vinos diferentes debo servir?
Recomendamos servir un vino diferente por cada plato. Algunas cervezas artesanales burbujeantes o sabrosas combinan bien con los entremeses y luego puedes continuar con diferentes combinaciones de vinos para los platos siguientes. Ahora ha llegado el momento de elegir el vino que vas a servir. No entres en pánico, mantén la calma; recuerda que el vino es solo un sabroso jugo de uva fermentada y a veces envuelto de esnobismo y burbujas... Sírvete un vaso de Chardonnay mantecoso y sigue estas simples reglas para lograr con éxito el maridaje perfecto de comida y vino.
Todo es cuestión de la salsa y del sabor, no de la carne.
Quieres combinar tu plato con vinos contrastantes...
Si estás perdido - empareja con Terroirs
Si crecen juntos, van de la mano. Una gran hamburguesa Americana siempre combina bien con un vino Americano. Una comida Mediterránea ligera siempre irá bien con un blanco Griego y así sucesivamente.
Los vinos Españoles, como el rico Tempranillo, combinan bien con la cocina regional Española, como las verduras asadas y las carnes curadas, o el famoso Jamón Ibérico. Identifica la nacionalidad más representada en tu comida y empieza por ahí. A través de la historia, el sabor del vino se ha adaptado a la comida de la región, por lo tanto, generalmente se mezclan armoniosamente.
Si crecen juntos, van de la mano...
Si aún no tienes ni idea de qué servir, apuesta por Pinot Noir.
El Pinot Noir es famoso por combinarse bien con una variedad de comidas. Es un vino tinto por lo que contiene algunos sabores más amargos, sin embargo, es de lejos una de las variedades de uva roja más clara. El sabor ligero y el color de la mayoría de Pinot Noir están influidos por el tamaño de la uva.
Las uvas Pinot Noir son más grandes y presentan una piel más delgada que la mayoría de las otras variedades, por lo tanto, la maceración de la piel en el jugo no produce tanto color como las uvas más pequeñas. El Pinot Noir se caracteriza por ser un vino tinto que es elegido también por las personas que tienen una preferencia por el vino blanco, gracias a sus símiles propiedades, lo que lo hace popular incluso para el bebedor de vino más delicado de la mesa.
No es sorprendente que el Pinot Noir se use a menudo en la producción de Champagne. ¿Sabías que alrededor del 85 al 90 por ciento de los Champagnes son una mezcla de aproximadamente 2/3 de uvas rojas y 1/3 de Chardonnay? Unos pocos Champagnes (menos del 5%) son 100% Chardonnay (esos Champagnes se llaman Blanc De Blancs) ; menos aún son 100% uvas rojas (llamadas Blanc De Noirs).
Asegúrate de que tu vino sea más dulce que tu postre.
Siempre es importante asegurarte de que tu vino sea más dulce que tu postre. Los postres que combinan bien con los vinos dulces suelen ser tartas de frutas o algo sutil como una panna cotta cremosa. Por regla general, evite combinar los postres de chocolate con los vinos más dulces. En su lugar, elige un chocolate negro de calidad con un contenido de cacao del 70 % o superior y acompáñalo de un Cabernet Sauvignon, será una delicia para tu paladar y tu corazón. Para un pastel de boda con glaseado de vainilla, recomendamos un Riesling ligeramente dulce, ya que resaltarán los sabores de la vainilla.
Elige un chocolate negro de calidad con un contenido de cacao del 70 % o más para acompañarlo con un Cabernet Sauvignon, será una delicia para tu paladar y tu corazón.
Todo el mundo sabe emparejar queso con vino tinto ¿verdad?
La idea de beber un vaso de leche y un vaso de vino a la vez es suficiente para que nos atragantemos ... sin embargo, todavía no hay nada mejor que un buen queso para apreciar el sabor de un buen vino. Hay muchas variedades de queso para elegir: Cheddar, Camembert, Burrata, Azul... por lo tanto acompañarlo con un vino adecuado puede ser todo un reto. Olvídate de la idea preconcebida del vino tinto y del queso: hay mucho más por descubrir. Nuestro sitio de vinos favorito, Winefolly.com, nos enseña estos 6 consejos cuando se trata de emparejar estos dos elementos:
Por regla general:
- Los vinos con más de 14.5% de ABV son más intensos y tienen mejor sabor con quesos de sabor más fuerte.
- Los vinos con menos de 12% de ABV son menos intensos y combinan muy bien con los quesos de sabor más delicado.
Consejo # 2: Los vinos tintos audaces se combinan mejor con quesos curados.
Consejo # 3: Combina quesos intensos con vinos más dulces
Los vinos más dulces como el Moscato, el Gewürztraminer, de postre de cosecha tardía o Oporto combinan maravillosamente con quesos apestosos, de corteza lavada y de vetas azules. ¿A qué se debe? La dulzura en el vino ayuda a equilibrar la intensidad del queso y le da un sabor más cremoso. El hedor del queso ayudará también a equilibrar el sabor dulce del vino. Recomendamos estas dos combinaciones clásicas que debes probar si te gustan los quesos fuertes:
1- Vino de Oporto (porto) con Stilton.
2 - Sauternes con Roquefort.
Consejo # 4: Los vinos espumosos son increíbles con quesos suaves y cremosos.
Los vinos espumosos tienen una alta acidez y carbonatación, que ofrecen un efecto de limpieza del paladar con quesos muy cremosos y pegajosos como el Brie, el Muenster, el Camembert, el Cremont o el Époisses de Bourgogne.
Consejo # 5: Los vinos y quesos del mismo lugar logran una buena combinación.
A menudo, harás bien en confiar en las tradiciones locales y en combinar vinos y quesos de la misma región. Algunos ejemplos excelentes incluyen Sauvignon Blanc con queso de cabra (Valle del Loira, Francia), Chardonnay con Époisses de Bourgogne (Borgoña, Francia) y Garnacha con Manchego (España).
Consejo # 6: En caso de duda, elige un queso de nuez firme.
Si hay una variedad de vinos y no estás seguro de qué queso combinar con ellos, una de las apuestas más seguras con todos los estilos de vinos es un queso firme de nuez. El queso tendrá suficiente grasa para contrarrestar el tanino en el vino tinto y suficiente delicadeza para complementar los delicados blancos. Algunos ejemplos incluyen Swiss, Gruyère, Abbaye de Belloc, Comté Extra, Emmental y Gouda.
Finalmente, observa a tus invitados
Sin decirte nada, tus invitados te transmitirán si disfrutan del maridaje de vino que creaste para la cena. Si observas que tus invitado beben el vino al mismo ritmo que la comida, lo has hecho bien. Si terminan la comida y luego continúan bebiendo y terminando el vino, puede ser que no haya sido la mejor combinación. Esto se debe a que cuando los sabores de tu vino y tu comida se combinan bien, naturalmente los disfrutarás simultáneamente. Al echar un vistazo alrededor de la mesa durante la cena, tendrás una respuesta clara sobre el éxito de tus opciones de emparejamiento.
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