Empezaría con una sencilla crema de calabaza para entrar en calor, seguido de uno de mis platos favoritos, la carrillera de cerdo glaseada, que es tan tierna y jugosa, pero con ese toque del glaseado y acompañado con un pure de patatas o coliflor. Y para acabar, la tarta de queso de la viña, que es tan sencilla pero insuperable a la vez.
Es una sencilla crema de calabaza, pero con muchísimo sabor, ya que al estar asada, le da otro nivel.
Carrillera de cerdo, cocinada a fuego lento y acabada con un glaseado brillante y sedoso. Acompañada de pure de patata o coliflor a elección.
La famosa tarta de queso de la Viña, sencilla y muy cremosa.